Quise escribir mucho, sobre muchas cosas. Comentar sobre el libro de las ovejas, mencionar la rabia de las portadas de los diarios, y de acdc, y del día del medio ambiente, y de dormir y despertar, y de la gente que no hace nada por nada, y de la música, y de las palabras y de lo ezquizofrénico de los días y de tantas cosas.
Y no escribí! , no escribí!!. Ni el lunes, ni el martes, ni el miércoles, ni el jueves ni el viernes. Y ahi estaban las palabras amontonadas esperando salir pero no escribí!.... y entonces vino la descomposición, el colapso... y ahi quedó... el vómito de palabras.
Caminaba por la calle para ver un concierto de ovejas cantando Back in black vestidas de Freddy Mercury y pese a que no quería sorprenderme me sorprendo. Me sorprendo porque no se puede perder esa capacidad de sorprenderse y cantar para después llover y acalorarse en la multitud. Multitud atorada en medio de la flojera de querer uitilizar los espacios públicos y respetar los tréboles y los acantilados que se olvidan en los medios vacíos, medio llenos de ecos de música.
Lo siento tanto... eso sucede cuando no se escribe.
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